Literature
Pec: estas son mis vacaciones
Los pasos apresurados de Pecas recorrieron todo el pasillo de la planta baja hasta alcanzar la biblioteca. Entró jadeando ligeramente y paseó la mirada por toda la estancia, con nerviosismo, pero no tuvo que buscar mucho hasta que la figura esbelta de la bruja se mostró al otro lado de sus cristales bicolor.
Dita, en todo su esplendor. Sostenía todo el peso de su cuerpo sobre un pie, manteniendo la otra pierna ligeramente curvada y gesticulaba con elegancia al hablar con la bibliotecaria. Su columna vertebral se intuía bajo la fina tela del vestido, zigzagueando en una pose sensual.
Pecas esbozó una escueta mueca